Cuando tienes muebles viejos de oficina en tu hogar, sabes que hay que deshacerse de ellos. Pero ¿cómo? Pues puede ser un proceso difícil si no sabes cómo hacerlo. Primero, debes determinar qué harás con los muebles. Si aún son usables, puedes donarlos a alguna persona necesitada o bien (¡quizás!) a algún vecino amigable. Otra opción es venderlos a través de plataformas virtuales como Wallapop o Ebay. (¡Desde luego!) También hay lugares locales en los que pueden tomar los muebles para reciclarlos y reutilizarlos.
Además, si la situación del lugar lo permite, ¡puede que hasta le salgas ganando! Por ejemplo: muchas tiendas se encargan de recoger muebles usados para la compra de nuevos productos; incluso existen empresas especializadas que realizan este tipo de trabajos por un precio razonable. Por supuesto, siempre tendrás la posibilidad de desecharlos directamente al contenedor adecuado dependiendo del material con el cual estén hechos los muebles.
Sin embargo, antes de hacer todo esto es importante recordar desconectar todos los cables eléctricos y etiquetar correctamente las partes para facilitar su transporte y reciclaje posteriormente (si es necesario). Asímismo, procura informarte acerca del mejor medio para deshacerte de tus viejos muebles y evitar así cualquier problema legal o ambiental que pudiera surgir durante el proceso. De esta forma te sentirás satisfecho/a porque has actuado responsablemente frente al medioambiente. ¡Y listo! Ya podrás disfrutar del espacio libre ganado sin preocuparte por tus antiguas pertenencias oficinales ni por su destino final :)